El pasado 11 de enero se celebró el primer pleno del año 2.018 , un pleno extraordinario con un único punto en el orden del día, los Presupuestos del 2.018.
En esta ocasión y por primera vez en mucho tiempo, se cambió la sede habitual, el "salón de Plenos" por la sala de reuniones de la planta baja del Ayuntamiento. La razón que dio el equipo de gobierno para tal cambio fue la situación del alcalde que le impide subir escaleras (aunque, si hacemos caso a Chimo Medina, se le vio poco más tarde subir las escaleras que rodean la fuente del Paseo Luis Golf, sin necesidad de ayuda).
La sede provisional carece de espacio para el público, no se puede retrasmitir en directo por Tele Caudete como es habitual, las intervenciones de los concejales son más complicadas y el sonido también mucho peor. Si el alcalde podía subir las escaleras del paseo sin ayuda, ¿por qué se produjo el cambio realmente? Juzguen ustedes,.
Los concejales tuvieron que intervenir en una tribuna a la que no están habituados y el tiempo de debate, 5 minutos, totalmente insuficiente para un asunto tan importante y tan complejo. Con esta forma de actuar se pretende descafeinar el debate de los presupuestos y entorpecer la capacidad de crítica de la oposición en el asunto más trascendental del año. De esta manera se limita la calidad democrática de la institución.
Está claro a Felipe Bañón no le gustó el debate de los presupuestos y como se vio en el pleno, prefiere los halagos de Alagarda, admite el apoyo de Iniciativa Independiente y le incomodan en extremo las críticas de la oposición.
En la misma dirección, en la de secuestrar el debate de los presupuestos a la opinión pública, iba dirigida la actuación del alcalde como moderador. Cómo se entiende sino que en la primera intervención, el portavoz del primer partido de la oposición solo tenga 5 minutos para exponer su postura. Transcurridos poco más de 6 minutos, el alcalde mandó cortar el micrófono de la tribuna en la que Enrique Pagán estaba intentado argumentar porque el grupo Municipal Socialista Iba a votar en contra.
La intervención de Moisés ordenando "cortar el micrófono, cortar el micrófono" a la mesa, cuando Enrique Pagán hacía uso de su turno, nos recordó por un momento la escena en que la Reina Roja de la novela de Lewis Carroll ordena a gritos "que le corten la cabeza, que le corten la cabeza".
El reglamento que regula los tiempos de intervención en los plenos se aprobó sin el consenso de todos los grupos, fue impuesto por la coalición de gobierno. Un reglamento que no limita el tiempo de exposición del portavoz del gobierno y que sí lo hace con el resto de grupos. Aun así, en el propio debate de ese reglamento en el que se escudaba Moisés para cortar la palabra, se acordó que en los temas de más importancia y complejidad, como en este caso, era necesario que se fuera más flexible. No fue así, no convenía.
En su corta intervención, el portavoz socialista dijo que el expediente contenía errores importantes en la documentación y que esta era incompleta y no incluía todos los documentos exigidos y pedía la vuelta a toriles del presupuesto. Cuando fue cortado por el alcalde/moderador a la manera y estilo del Exalcalde Mollá, Enrique Pagán estaba intentando explicar porque el Grupo Socialista Iba a votar en contra de esos presupuestos.
Es verdad que recogían dos de las propuestas socialistas, la creación de una partida de ayuda a las escuelas infantiles (que finalmente fue de 1.000 eu) y la ampliación de la partida destinada a planes de empleo que el ayuntamiento del Partido Popular ha estado despreciando estos últimos años. También es cierto, sin embargo, que con el presupuesto de 2.018 se está aprobando un aumento por 7º año consecutivo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) del 10 % que no está justificado y por la que Felipe Bañón quería pasar sin mucho ruido.
Los socialistas votaron en contra por esta subida que además va acompañada de un aumento desproporcionado del gasto en fiestas que se duplica en 2018 respecto a 2.017. Enrique Pagán relacionó este aumento del gasto en festejos con el hecho de que estas próximas fiestas patronales sean las últimas de la legislatura, previas a las próximas elecciones y que ese gasto desmesurado se hacía por motivos electorales con cargo a la subida de impuestos, a la espalda de las familias.
Inmediatamente después Felipe Bañón, en su réplica, estalló a cuenta de los tiempos de intervención, ocultando, que lo que de verdad le irritó fue la crítica certera que hizo el portavoz de la oposición.
"Tiene usted la costumbre de pasarse las normas por el forro de los cojones" espetó Felipe, portavoz del Partido Popular, Concejal de Hacienda y Primer teniente de Alcalde dejando a Enrique Pagán sorprendido por tan desmesurada e inapropiada reacción y recordándonos de nuevo viejas maneras que ahora sabemos que no solo eran propias del Exalcade Mollá sino de la escuela del Partido Popular de Caudete.
Felipe se disculpó más tarde aunque poco después el Partido Popular emitía un comunicado que publicó en su página Web (Caudete Digital) en la que de nuevo arremetía con malas maneras contra Enrique Pagán en términos parecidos a los expresados por Felipe en el Pleno.
Ese exabrupto evitó que Felipe aclarara en su réplica las críticas de E. Pagán, en concreto que justificara la subida del gasto en fiestas, la existencia de una partida importante para pagar horas extras atrasadas del personal de varios años, la reducción de los recursos destinados a desarrollo industrial y la reiterada por 7 º año consecutivo subida de impuestos.
Un dato obtenido de estos presupuestos, la piscina cubierta tiene un gasto presupuiestado de 175.000 euros (Felipe Bañón dixit), los ingresos previstos 104.000 euros, por lo tanto su coste directo estimado es de 71.000 euros, nada que ver con las cifras exageradas que el Partido Popular manejó para justificar su cierre.
Foto de portada: Chimo Medina
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