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LOS PRESUPUESTOS DEL PP, C´S E INICIATIVA NOS TRAEN NUEVA SUBIDA DE IMPUESTOS A LOS CAUDETANOS

14 Ene 2018

El ayuntamiento de Caudete aprobó de forma inicial el presupuesto de 2018 con los votos a favor de PP, Ciudadanos e Iniciativa Independiente y los votos en contra de PSOE y Ganemos. El PP debe tener tan pocos argumentos a favor de su propio presupuesto, que han preferido insultar al portavoz de hacienda del PSOE, Enrique Pagán, durante y después del debate

El presupuesto contempla una nueva subida de impuestos, del impuesto de bienes inmuebles del 10%, de manera que en los años que lleva gobernando el PP, los ciudadanos de Caudete han pagado 4 millones más de euros en este impuesto.
 
Los caudetanos solo tienen que revisar sus recibos de IBI de los últimos años para comprobar la escandalosa subida de impuestos que nos viene aplicando año tras año el PP.  A eso hay que sumarle la subida de tasas de las Escuelas Deportivas, de la Escuela de Música, La Universidad Popular, del 26% en la tasa del agua, el cementerio y hasta la creación de tasas por casarse.
 
El presupuesto refleja que para el PP el empleo y el desarrollo industrial no están entre sus prioridades. Mientras que se van a gastar 50.000€ en publicidad y comunicación, 20.000€ en un escenario, 10.000€ en pendones y adornos para fiestas y otros 120000€ para festejos, la inversión en desarrollo industrial va  a ser de 20.000€. No es de extrañar por tanto que hoy haya en Caudete casi 300 personas menos trabajando que el día que el PP llegó al ayuntamiento.
 
Los caudetanos se tienen que rascar el bolsillo cada vez en impuestos y tasas pero luego no ven que eso se transforme en mejores oportunidades de empleo o  en más y mejores servicios, en resumen, en más calidad de vida.
 
Seguramente por eso el PP tenía tanta prisa por terminar el Pleno de ayer. Un proyecto tan importante y complejo como un presupuesto municipal no puede debatirse o explicarse en 6 minutos y sin embargo Moisés López no quiso flexibilizar las normas del Pleno, que por cierto, no están aprobadas por consenso de todos los grupos políticos. El PP una vez más quiso hurtar el debate para intentar ocultar lo evidente: que el ayuntamiento de Caudete les queda grande.
 
Y otra vez más vivimos un ejemplo de falta de transparencia y de trabajo mal hecho. El PSOE puso de manifiesto que la documentación de los presupuestos no estaba completa, ya que la clasificación económica de los gastos no estaba hecha al completo. Además, el estado de ejecución del presupuesto del año 2017 que se entregó a los grupos políticos era el de 30 de junio cuando lo que corresponde por ley es que se aportase uno con menos de 6 meses de antelación. Hecho importante no solo desde el punto de vista legal, sino también desde el punto de vista de la veracidad de los datos que se aportan para comprobar que el presupuesto tiene rigor. Lamentablemente, esta falta de rigor ya la hemos visto anteriormente, por ejemplo, cuando hubo que convocar un Pleno para 4 horas antes de que entrase en vigor el contrato de la recogida de basuras porque el trámite no se había hecho correctamente o cuando se tuvo que modificar la tasa de la piscina cubierta al mes de ponerla en marcha por lo mismo.
 
El PP lleva casi 7 años gobernando y no ha realizado ni un solo proyecto que marque la diferencia y pueda suponer un salto importante en el desarrollo de nuestro municipio. Ni en materia de desarrollo industrial, ni en empleo, ni en infraestructuras, ni en educación. Nada. Hay una falta de visión política por parte del partido en el gobierno y de quienes lo sostienen, Ciudadanos e Iniciativa Independiente, muy perjudicial para el futuro de Caudete y estos presupuestos son una muestra más de que la herencia que nos dejará el PP serán 8 años perdidos. Y para muestra un botón: tras la aprobación inicial del presupuesto, el Equipo de Gobierno no ha podido defender las bonanzas del mismo, sino que para ocultar sus carencias y subidas de impuestos se ha dedicado a insultar al portavoz en materia de hacienda del PSOE, Enrique Pagán, dando un buen ejemplo de la mala adaptación del PP  a la convivencia democrática y al pluralismo político.
 

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