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HUMOR POLÍTICO - El discurso de investidura en un universo paralelo.

24 Jun 2015

El discurso que pudo haber sido y no fué. Un José Miguel Mollá comedido, humilde, educado, atento con todos.

El discurso de José Miguel Mollá con motivo de su investidura fue, sin duda, una de sus mejores intervenciones públicas. Fino, educado, expresivo, atento con todos, ese día se recordará como el inicio de una nueva era en la que reinará el consenso, la colaboración y el respeto entre los grupos políticos caudetanos.

Más que un discurso de investidura, podríamos calificarlo de "oda a la municipalidad"  por su calidad literaria, su altura de miras y la elocuencia y maestría con las que fue leído.

Empezó este gran estadista, a quien, hay que decirlo ya: Caudete le queda pequeño, agradeciendo el apoyo prestado por el resto de grupos políticos, quienes, incapaces de llegar a un acuerdo, se votaron a sí mismos y consiguieron de esta manera tan barroca y, reconózcase, un tanto rebuscada, que volviese a gobernar tan insigne prohombre. Como muy bien dijo el propio Mollá "Si queríais que yo fuera alcalde, ¿porqué no me habéis votado directamente sin tanta  historia?" Y, hombre, algo de razón tiene  ¿no?

No acabaron ahí sus agradecimientos, tuvo un cariñoso e inusual detalle con cada uno de los alcaldes demócratas del consistorio caudetano, tanto Elisa Pagán como Vicente Sánchez y especialmente Vicente Lillo recibieron el reconocimiento a su labor, concretamente como garantes de los Intereses del Patronato Martínez Teresa y Ruiz. En todo momento supo reconocer que su trabajo no era más que la continuación de lo que consiguieron los que le precedieron en el cargo. Como el mismo dice, "una de mis numerosas virtudes, quizás la más valiosa y más reconocida, es la humildad ". No pudo contener la emoción cuando dijo que si bien él no había mejorado mucho la "residencia",  tenía que agradecer públicamente tanto a Vicente Lillo como a Vicente Sánchez las ampliaciones y mejoras que se realizaron en esos años.

Emocionantes fueron también sus palabras cuando se refirió al anterior equipo de gobierno como "una familia unida". Tuvo afectuosas palabras de cariño y admiración para su mano derecha, Francisco Estarellas con quien le une, dijo,  una profunda amistad. Reconoció la labor de todos y cada uno de los miembros de su "equipo" y lamentó "sinceramente" malentendidos y cosas que nunca deberían haber ocurrido. Más que una familia, éramos como "colegas", añadió en un alarde de esa "cercanía campechana" que tanto lo caracteriza.

Agradeció expresamente a Chimo Medina su colaboración en el gobierno municipal, en especial por su carácter conciliador, por su simpatía y porque en los momentos difíciles de su gobierno, cuando después de una de sus meteduras de pata más sonadas, ya sea con una asociación, un vecino o una televisión nacional cualquiera,  necesitaba el apoyo incondicional de su compañero de gobierno, él siempre estaba ahí, dijo, ofreciendo un hombro donde apoyarse, garantizando la estabilidad del gobierno.

Especialmente lúcido estuvo cuando abordó el espinoso tema de la Seguridad Ciudadana. Reconoció que él era el máximo responsable en esta materia como primera autoridad local y que durante su mandato había empeorado "más que mucho" (sic). Afirmó que esta responsabilidad debía recaer en alguien más capaz que pudiera enderezar lo que él mismo había torcido y que por lo tanto emplazaba a todos los concejales a que, sin su intervención, nombraran como responsable de Seguridad a la persona más idónea.

Con GEURSA se sinceró. Después de cuatro años nefastos, dijo, no me siento capaz de presidir ni una sola vez más el Consejo de Administración y espero que otros la saquen del callejón sin salida a la que la hemos empujado. Intenté que suspendiera pagos pero el juez me echó atrás el Concurso de Acreedores. Lo tengo recurrido pero con pocas esperanzas de ganar y entonces tendré que explicarlo todo, porqué intenté el concurso, incluso los importes que tenemos que pagar al administrador concursal y a los abogados que cobran lo que no está escrito. Prometió, incluso, asumir sus responsabilidades en caso de perder el recurso y no echar la culpa de lo que ocurra a los gobiernos anteriores. Chapeau !

Un momento de autocrítica, tan necesaria en estos tiempos. Cuando se refirió al desempleo, lejos de manipular las cifras, dijo que el paro registrado se había reducido ligeramente pero que este dato no debía confundirnos, que el dato verdaderamente importante era cuantos trabajadores cotizaban a la seguridad social y que en eso habíamos empeorado "más que mucho" (sic). Que había 200 empleados menos en Caudete y que si el paro registrado había bajado no era debido a que había más caudetanos trabajando sino a que, ya sin esperanza de encontrar empleo o ayudas en Caudete, se habían marchado o ni se registraban en la oficina de empleo.

Afirmó que, puesto que en su mandato anterior había fracasado en la creación de empleo, emplazaba a todos los grupos políticos a que se organizaran y organizaran el ayuntamiento para que  se solucionara este gravísimo problema.

En cuanto a la piscina cubierta se comprometió a ponerla en funcionamiento cuanto antes. En todos los pueblos de alrededor están funcionando a pleno rendimiento y en Caudete, ¿qué nos está pasando?¿es que estamos tontos o qué? dijo, hay que abrirla, ya ¿No sabéis que cuesta más cerrada que funcionando? Con sus propias palabras: "Como es un tema que tengo muy claro, crearé la concejalía de Piscina Cubierta y asumiré directamente esta responsabilidad"

Como corresponde a los tiempos que corren, se puso a disposición de todos los concejales y de todos los grupos políticos para ofrecer cuanta ayuda fuera necesaria para sacar Caudete adelante. No dijo, como algunas lenguas malintencionadas afirman, que pedía a todos los concejales que le ayudaran a sacar sus cosas adelante, sino que, muy al contrario, se ofreció a que, entre todos diseñaran las medidas que fueran necesarias para solucionar los problemas de los ciudadanos y que él sería uno más entre todos.

Terminó reconociendo su perplejidad ante el resultado, primero de las elecciones y luego del pleno de investidura que desembocaron en su proclamación como alcalde. En primer lugar, dijo, ni yo  mismo esperaba sacar 7 concejales y en segundo lugar, quien iba a pensar, señor mío, que con 10 concejales en contra, iba yo a ser de nuevo alcalde de Caudete ¿es que no me conocéis? 

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