Política local - Ayuntamiento

El paro en Caudete cerró el 2012 con máximos históricos, afecta ya a 1.614 personas.

27 Ene 2013

Desde que José Miguel Mollá accedió a la alcaldía, hay 267 caudetanos más en paro, un crecimiento del 20%.

El partido popular fundamentó  sus últimas campañas electorales en la idea de  que la gestión económica del anterior gobierno fue negativa  y la causa del aumento del paro en cada una de las comunidades, las provincias y los pueblos de España. Esta idea se asumió por amplias capas de la población cuando el estallido de la burbuja inmobiliaria empezó a generar una fuerte caída del sector de la construcción y de las industrias vinculadas.

Asumido por buena parte de la opinión pública que la causa de nuestros males era una mala gestión económica reciente, aunque ahora ya se sabe que la burbuja inmobiliaria se generó mucho antes, el aparato publicitario del partido popular concentró sus mensajes en una nueva dirección. Ellos eran los que iban a solucionar, con fórmulas mágicas, el problema del paro en cada una de sus áreas de influencia. De esta manera, Rajoy acabaría con el desempleo en España, De Cospedal con el de la Comunidad de Castilla la Mancha y por supuesto nuestro hábil y bien preparado José Miguel Mollá, pondría fin al desempleo en Caudete.

La realidad está siendo por desgracia muy tozuda. En España el paro registrado está a las puertas de los 5.000.000, con un crecimiento en 2.012 de casi 426.000 nuevos desempleados, un 9,6 % más que el 31 de diciembre de 2011. Si atendemos en los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) que no se basa en el paro registrado en las oficinas del antiguo INEM sino en las encuestas que hace el Instituto Nacional de Estadística, el paro nacional afecta ya a cerca de 6.000.000 de españoles. La diferencia entre paro registrado y paro según el INE se ha ido incrementando debido a que cada vez más ciudadanos han dejado de percibir subsidio y no esperan obtener ni ayudas ni empleo a medio plazo y ya no se registran.  

En Castilla la Mancha el paro ha crecido mucho más que la media nacional, de hecho es la Comunidad autónoma donde más ha crecido en términos porcentuales (16 %) (junto con El Pais Vasco y a excepción de Melilla), afecta ya a 262.340 ciudadanos, 36.498 más que hace un año.

Tres de sus provincias están entre las 10 españolas en las que más ha crecido (ciudad Real, Toledo y Albacete). Albacete, sin ir más lejos, tiene el triste logro de ser la 10ª provincia de española donde más ha crecido el desempleo en 2.012, un 15,2 % (7.075 nuevos parados). Desde que De Cospedal asumió la presidencia de Castilla la Mancha, Albacete suma 53.669 desempleados, frente a los 43.061 que se registraban a 30 de junio de 2011, un crecimiento del 25 % (10.608 personas más). El desempleo afecta ya al 34 % de la población activa de la provincia de Albacete y a muchos más de la mitad de sus jóvenes.  

Desde que José Miguel Mollá accedió a la alcaldía de Caudete el paro ha crecido en 267 personas, un 20 % más que en junio de 2.011 y afecta ya a 1.614 caudetanos. Esto significa que el 15,4 % de la población busca empleo y no lo encuentra, aproximadamente un 32 % de la población activa.

Lo cierto es que las medidas que se han adoptado no son las idóneas y a los resultados nos remitimos. El paro está creciendo ahora más deprisa que en los peores momentos del inicio de la crisis. La reforma laboral, los recortes de gasto en las administraciones con despidos masivos en el sector público, el daño al consumo que está haciendo la extensión del pesimismo impulsado por el propio gobierno, la ausencia de inversión de las administracioes y de las empresas, las restricciones financieras al consumo y a la inversión, son factores que dependen directamente de los  gobiernos central y autonómicos y que están arrastrándonos a unos niveles de paro inasumibles.

Detrás de tanto número hay ciudadanos que atraviesan una situación angustiosa, algunos sobreviven con ayudas familiares, otros regresan a sus países de origen en busca de mejor suerte y otros muchos ya han agotado todas sus reservas después de someterse ellos mismos y a sus familias a fuertes sacrificios. Decenas de miles de familias españolas, de conciudadanos nuestros están pasando por extremas dificultades económicas, están perdiendo sus viviendas a manos de sus acreedores y no tienen ni la esperanza de que la situación mejore, ni reciben ayudas de las instituciones.

Uno de los fundamentos de la sociedad democrática radica en que protege a los más débiles. Todos sabemos que a lo largo de nuestra vida podemos ser víctimas de la enfermedad, del desempleo, o de la de la mala suerte, que cuando seamos mayores otros cotizaran para pagar nuestras pensiones o que con recursos de todos atenderemos la educación de nuestros hijos y pensamos que la sociedad a la que pertenecemos velará porque todo esto esté garantizado.

¿Qué sociedad pude permitir que 5 millones de personas quieran trabajar y no puedan?¿Qué sociedad moderna puede permitir que a una parte de sus ciudadanos les sea imposible sacar a su familia adelante?¿Qué sociedad puede permitir que por esta razón 250.000 familias queden sin vivienda y en la más absoluta ruina?

¿Sirve para algo un estado, una comunidad autónoma, un ayuntamiento que no sepa o no quiera proteger a sus gentes?

En un estado de emergencia nacional como el que nos afecta, todos tenemos que colaborar, todos tenemos que ser parte de la solución. No seremos buenos españoles,  buenos castellano manchegos, buenos caudetanos si no ponemos algo de nuestra parte para proteger a los que lo necesitan.

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