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El ayuntamiento de Caudete sustituye la valiosa maquinaria del reloj de la Torre de La Iglesia por un aparato electrónico.

18 Sep 2016

La antigua y valiosa maquinaria desconectada fue fabricada en 1750 y era una de las escasas que funcionaban con esa antigüedad en España.

Hace unos días tuvimos noticia de que el Concejal de patrimonio Moisés López había puesto de nuevo en marcha el antiguo reloj de la torre de la iglesia de Santa Catalina.

Nos informaba que se había instalado un "receptor electrónico ubicado tras la esfera" y que la antigua maquinaria quedaba intacta pero fuera de uso. Se argumenta que la maquinaria es muy antigua, que necesita mantenimiento continuo (diario) y que "requiere un trabajo artesanal enorme para su ajuste y puesta en marcha"

Hasta aquí parece un episodio más de lo que podría considerarse como un actualización y mantenimiento del mobiliario urbano. Dice el Concejal de Patrimonio Histórico que "De esta otra forma, ganamos en precisión, mantenimiento y preservación de la maquinaria antigua"

Sin embargo, esta noticia esconde un enorme fracaso.
Estado actual - véase el aparato electrónico instalado.




Así funcionaba antes - la pieza de metal enlaza con la maquinaria antigua.




La maquinaria del Reloj de la Torre de la Plaza de la Iglesia es una pieza única, enormemente rara y valiosa que debe ser conservada y en funcionamiento como la joya histórica que es.

Su construcción data de 1.750, tiene 266 años y su valor, no solo radica en su diseño y antigüedad, sino, sobre todo, en el hecho de que es uno de los pocos relojes de su antigüedad y tipo que siguen funcionando con más de 250 años.

El reloj dejó de funcionar hace ya tres o quizás cuatro años por razones que no han sido suficientemente explicadas. Han sido muchas las voces que han solicitado que se pusiera de nuevo en funcionamiento, voces que como veremos todavía no han sido escuchadas.

El reloj, cuya maquinaria es manual, requiere que se le de cuerda diariamente y que periodicamente  se ajusten sus piezas (péndulos, pesas, etc.), algo que se ha hecho siempre  sin mayor problema pero que según parece, ahora es totalmente inviable.

Esta redacción ha consultado con un experto conocedor del valor de estos relojes y en concreto del nuestro, quien nos dice que una vez desconectada la vieja maquinaria, nunca se va a poner de nuevo en marcha. En primer lugar porque ya no se va a mantener (ya saben "requiere un trabajo artesanal enorme") y en segundo lugar porque se olvida esa "tecnología", esa manera de proceder (engrasar, ajustar, dar cuerda, sustituir las piezas, etc).

Estado de abandono de la pesa principal


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Abajo a la izquierda se ven piezas retiradas de la maquinaria, en el suelo.



Véase "la cuerda" que debe volver a enrollarse cada día. Por eso se llama "dar cuerda al reloj" todavía.

Ahora, la tradición oral, permite que los conocimientos necesarios para que la maquinaria funcione correctamente se trasmitan de unos a otros. Una vez "parado el reloj" nadie sabrá como funciona.
Según nos dice este experto, hay en España entre 6 y 7 relojes de esta antigüedad en funcionamiento y es una lástima que se  permita que se desconecte la esfera de su maquinaria original y se sustituya por un aparato electrónico.

Existe un fuerte movimiento que está volviendo a poner en funcionamiento estas viejas y valiosas maquinarias como parte de la política de recuperación del patrimonio histórico y cultural de nuestras sociedades. Existen numerosos ejemplos en nuestro país. Sin embargo, en Caudete, nuestro Concejal de patrimonio histórico se vanagloria de haber sustituido el antiguo y valioso mecanismo manual por un "sofisticado" aparato electrónico.

Hemos intentado recopilar información adicional sobre el reloj y todavía queda mucho por saber.  Al parecer fue trasladado de otra iglesia en los años 50 y puesto en marcha por un relojero experto con el que colaboró el abuelo de los hermanos Sivó como herrero.

El Experto al que consultamos nos aconsejó que constituyéramos una para la defensa, estudio y recuperación del Reloj de la Torre de la Iglesia de Santa Catalina de Caudete y valdría la pena. Hay una parecida para la defensa de estos relojes de carácter nacional. Asociación para la defensa del patrimonio: relojes de torre.

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