Política local - Ayuntamiento

EDITORIAL-ANNUS HORRIBILIS– UN AÑO DE GOBIERNO DE JOSÉ MIGUEL MOLLÁ

2 Sep 2012

El aumento del desempleo ha sido sin duda el mayor fracaso de este gobierno.El desempleo en Caudete ha marcado máximos históricos con el Gobierno del Partido Popular. Mayo y junio de 2011 se cerró con 1347 parados, en julio de 2012 han aumentado en 211 personas hasta 1.558 desempleados, un crecimiento del 16 %.

Ha pasado un año desde que el PP se hiciera con el poder en el Ayuntamiento de Caudete pese a haber perdido las elecciones, gracias al apoyo de Joaquín Medina. El odio a Vicente Sánchez unió a un representante de la derecha decimonónica y a un histórico izquierdista. El odió personal fue el germen de este gobierno.

Durante su período de oposición, José Miguel Mollá culpó al PSOE del desempleo. El PP prometía resolver el problema del paro y mejorar los servicios que el Ayuntamiento de Caudete ofrecía a sus ciudadanos frutos del compromiso con la mejora de la calidad de vida en Caudete ¿Recuerdan el proyecto de un Centro Joven y la promesa de cubrir la plaza de toros?

Un año después se ha demostrado lo que muchos nos temíamos. El PP lo único que quería era hacerse con el Ayuntamiento, porque no entienden la política y el ejercicio del poder como un instrumento de transformación de la sociedad sino como un fin en sí mismo, como un medio de acceso a ciertos privilegios y a un sueldo que antes no tenían garantizado.

En este año el gobierno del PP se ha dedicado  a subirse el sueldo, a subirles los impuestos y las tasas a los ciudadanos, eliminar o dejar agonizar numerosos servicios municipales, despedir trabajadores y ha sumido a la institución municipal en una continua bronca con insultos, amenazas y malos modales .

LA RUPTURA INSTITUCIONAL

Las primeras medidas tomadas por el PP no se dirigieron a resolver los problemas de los ciudadanos, sino a magnificar la mala situación económica del Ayuntamiento y a renegar de todo aquello que se identificaba con los logros del anterior equipo de gobierno.

Ha habido dos medidas especialmente negativas que simbolizan esa ruptura institucional: el cierre de la piscina municipal cubierta y el desprestigio hacia GEURSA y el Parque Tecnológico Empresarial.

La piscina municipal cubierta es una instalación a la vanguardia tecnológica en instalaciones deportivas dentro de Castilla-La Mancha, que utilizaban habitualmente más de 700 personas. Lo que hace el PP es engañar a los ciudadanos porque entre todos la estamos pagando pero se nos niega el derecho a usarla.  Todavía podemos recordar al actual concejal de deportes en campaña electoral decir que iban a mejorar la oferta de actividades que allí se realizaban pero cuando llegó el momento de la verdad lo que hicieron fue cerrarla. Tenemos constancia de que se había llevado a cabo un protocolo de apertura con el gasto que ello supone y que la decisión de cerrar se tomó por razones políticas en el último momento. El coste de ponerla en marcha después de un parón de 16 o 18 meses va a ser mucho mayor que el “ahorro” conseguido.

El ataque a la gestión de GEURSA y a su proyecto, el parque tecnológico empresarial, constituye el ejemplo más claro de la estrategia política de desprestigio de todo lo que se había construido.

El PP, ahora en el poder, se dedica a publicar informaciones incompletas y falsas acerca de la situación de la empresa de la que son gestores. Los que debían defender los intereses de esa sociedad la atacan, intentando, de ese modo, empañar la reputación de quien los precedió. Olvida el nuevo Consejo de Administración y el alcalde que su obligación es defender el interés público frente a intereses partidistas.

La única deuda de GEURSA la compone un préstamo de 2 millones de euros concedido por el Ministerio de Industria que sirvió para financiar las obras de urbanización de la primera fase del Parque Tecnológico y no la piscina municipal cubierta. Sin embargo, GEURSA tiene un patrimonio por valor de 7.515.202,98 euros compuesto por el antiguo edificio de Caja Castilla La Mancha, 1.500.000m2 de suelo industrial y 574.000 euros en cuentas (junio de 2011).

EL EMPLEO. LOS IMPUESTOS.

José Miguel Mollá se envolvió en la bandera del empleo y convirtió este tema en su caballo de batalla principal. Prometió resolver el problema del paro. (Todos recordamos su slogan de campaña: “¿Estás buscando trabajo? Vota PP”). Incluso envió una carta a todos los trabajadores municipales comprometiéndose a mantener sus puestos de trabajo. La realidad es que hoy en Caudete el paro es más alto que hace un año y que las decisiones tomadas por el PP han sido claves en ese aumento. Han sido despedidas varias trabajadoras de limpieza de colegios, de los servicios de obras, de servicios sociales, ha habido menos monitores en las escuelas deportivas, actualmente no hay en marcha ninguna Escuela Taller, ni Taller de empleo, ni ningún proyecto de planes locales de empleo.

Además de los despedidos, están aquellos a los que no se les paga. La angustia a la que el Ayuntamiento sometió a sus trabajadores/as en los primeros meses del mandato electoral retrasando los pagos de las nóminas y acusando a los trabajadores de no ser previsores y haber ahorrado para soportar una situación así es indigna de una institución democrática. En primer lugar, la imagen del ayuntamiento se vio muy dañada, pero sobre todo, con este comportamiento se puso a los trabajadores/as y sus familias en un estado de incertidumbre e inseguridad económica que no se merecen. Lo más lamentable es que esto se hizo por puro cálculo electoral, ya que las elecciones generales estaban cerca y el PP pretendía exagerar la mala situación económica para ganar unos cuantos votos. Se utilizó a los trabajadores del Ayuntamiento como rehenes para el propio beneficio partidista.

Por desgracia otros colectivos de trabajadores siguen sufriendo los impagos por la dejadez y falta de sensibilidad del PP. Las trabajadoras del Centro de Alzheimer, de la Escuela de Música, de la Universidad Popular, de Asprona, no están cobrando a pesar de que cada día acuden a su puesto de trabajo a cumplir con su obligación, algo que el alcalde y los concejales del Gobierno no hacen.

El aumento del desempleo ha sido sin duda el mayor fracaso de este gobierno. Todos recordamos en campaña como su prioridad iba a ser el empleo (“ Si quieres trabajar vota PP). Lo cierto es que el desempleo en Caudete ha marcado máximos históricos con el Gobierno del Partido Popular. Mayo y junio de 2011 se cerró con 1347 parados,  en julio de 2012 han aumentado en 211 personas hasta 1.558 desempleados, un crecimiento del  16 %.

Este enorme crecimiento se debe a la paralización de las medidas adoptadas por el anterior gobierno. A partir de junio de 2011 desaparecen todas las medidas de apoyo a los desempleados. Ya no hay escuelas taller, no hay talleres de empleo, los planes de empleo se suprimen. Así,  el Ayuntamiento deja de contratar trabajadores para pequeñas obras de mejora que venían siendo financiadas por la Junta de Comunidades y que con la llegada de Cospedal al gobierno regional desaparecen. Llama la atención la falta de interés por la situación de estos ciudadanos que están soportando la peor parte de la crisis.

El ayuntamiento también,  ha suprimido también las ayudas a emprendedores y los cursos que se deban desde el Ayuntamiento para favorecer el empleo (Riesgos laborales, valenciano para poder presentarse a oposiciones de la comunidad valenciana, informática, comercio exterior…)

La ausencia de políticas de empleo ha sido absoluta. Nunca el desempleo había alcanzado los niveles del 2012 y nunca un gobierno municipal había hecho tan poco por solucionar el más grave problema que sufre la ciudadanía de Caudete.

SUBIDA DESMESURADA DE TASAS E IMPUESTOS

El gobierno del PP se ha desentendido del mayor problema que tienen los ciudadanos de Caudete, el desempleo y además les ha subido los impuestos:

40 % la tasa de basura lo que representó unos 80.000 euros y que se justificó con un erróneo estudio económico (en este momento la basura está sobre financiada).

80 % las escuelas deportivas municipales y otras tasas de deportes y 80 % algunos cursos de la universidad popular. Estas dos tasas suponen un incremento de ingresos  de apenas 40.000 euros y que está penalizando el acceso a estos servicios de las familias con menos recursos.

10% del IBI. Unos 200.000 euros adicionales.

EL DESPRECIO A LA CIUDADANÍA

Como ciudadanos, tenemos la obligación de velar por el respeto a las reglas y espíritu democráticos. Los responsables políticos tienen un papel clave en el fomento de la convivencia, en hacer que los ciudadanos se sientan protegidos por las instituciones, representados en ellas. En este sentido, el gobierno del PP supone un auténtico y peligroso retroceso. No insistiremos en la elección de Mollá gracias al voto tránsfuga de Medina. Hay otras muchas actuaciones que resultan preocupantes: llamar a los ciudadanos de un barrio territorio comanche, acusar a los profesores de abusar de menores, ningunear a los estudiantes diciendo que son fácilmente manipulables acusar al anterior equipo de gobierno de tener las manos sucias sin ninguna prueba, insultar en el Pleno Municipal a concejales de la oposición, eliminación del foro de participación, elegir al juez de paz no por criterios de idoneidad sino para poder mantenerse en el gobierno y no perder el sueldo.

En definitiva, el primer año de gobierno del PP es un año de ataque a los derechos de los ciudadanos. Con sus decisiones el PP nos quiere convencer de que por ser un pueblo pequeño no tenemos derecho a una calidad de vida similar a la que disfrutan las personas de poblaciones mayores y vecinas. Los caudetanos/as estamos sufriendo a unos dirigentes que no gobiernan para defender los intereses de todos/as sino que lo hacen a nuestras espaldas y en función de sus intereses particulares y personales. Que suben impuestos, tasas, quitan servicios y se suben los sueldos. Dirigentes que nos piden esfuerzos pero que ni siquiera tienen valor cumplir con su obligación y defender los intereses de sus ciudadanos, abandonando a su suerte a los más débiles como está ocurriendo con los dependientes. Dirigentes que predican la necesidad de la austeridad pero que nos condenan al empobrecimiento de nuestras condiciones de vida.

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