Política local - Ayuntamiento

CARTA ABIERTA A JOSÉ MIGUEL MOLLÁ NIETO

13 Mar 2012

Carta de Vicente Sánchez Mira

Caudete, 12 de marzo de 2012

Una vez más, como viene siendo habitual en su comportamiento, antes de oposición, ahora de gobierno, usted acusó a los anteriores Equipos de Gobierno que me honró presidir, de no tener las manos y la mente limpias.

Lo hizo, además, en el seno de un órgano de Gobierno Municipal que merece todos los respetos como es el Pleno de la Corporación Municipal y ante las cámaras de televisión, de manera que atentó públicamente contra nuestro derecho al honor. No es la primera vez que usted emplea la calumnia y la maledicencia propia de quienes a falta de capacidad, inteligencia, ideas y proyectos necesitan recurrir a comportamientos vergonzosos.

Le recuerdo, aunque usted lo sabe bien y por eso le acuso de mentiroso y de calumniador, que no ha existido durante quince años de Gobierno socialista en el Ayuntamiento de Caudete ni un solo informe negativo o contrario a las decisiones económicas o de gestión por parte de los servicios jurídicos municipales, de los servicios de Secretaría-Intervención y del Tribunal de Cuentas, lo que avala nuestra transparencia en la gestión municipal.

Por eso le exijo que presente ante los tribunales pruebas de las acusaciones que ha realizado o que públicamente pida disculpas (ya que su acusación fue pública) y reconozca que hizo uso de la calumnia para su propio beneficio político.

No obstante y ante los hechos ocurridos, me permitirá que tenga dudas, y muy serias, sobre su sentido de la razón, de la medida y sobre su hombría de bien.

En cuanto a la limpieza de mente, también le recordaré que hemos contado con la amplia confianza de una mayoría de caudetanos que nos ha permitido gobernar con mayoría absoluta durante tres mandatos electorales consecutivos y ser la lista más votada en las pasadas elecciones municipales. Siempre estaré agradecido y en deuda, no sabe usted hasta qué punto, con mis vecinos y vecinas de Caudete.

Sin embargo, si usted preside esta Corporación no es por la confianza de los caudetanos y caudetanas, no consiguió la mayoría, no fue la lista más votada, sino que consiguió gobernar gracias al voto de un concejal tránsfuga.

Finalmente, quiero recordarle que no solamente he formado parte de los gobiernos de Caudete, también fui oposición y portavoz de la oposición en los mandatos de D. Vicente Lillo y Doña Elisa Pagán. Es cierto que no estuve de acuerdo con ellos en muchas cuestiones, pero siempre fui y fuimos leales a la Institución que presidían, reconocimos la dignidad con que ejercían su cargo y su deseo de mejorar Caudete, lo que significaba trabajar para el desarrollo de la calidad de vida de los caudetanos y caudetanas.

Esa dignidad no se la puedo reconocer al actual Gobierno que usted preside, que pasará a la Historia no solo como el equipo incapaz de crear, sino absolutamente obsesionado con destruir lo construido por los gobiernos anteriores.

De la misma manera que no puedo reconocerle la dignidad en el ejercicio de su cargo cuando de manera permanente y para justificar su incapacidad recurre a comportamientos como los ocurridos en el Pleno del 9 de marzo, comportamientos más propios de los gobiernos fascistas de la primera mitad del S. XX que de gobiernos democráticos del S.XXI.

Estoy convencido de que su exceso de soberbia y su falta de inteligencia política le impiden comprender que entre otras razones de carácter personal y político, a la hora de cesar en mi cargo se encuentra también mi deseo de no formar parte de una Corporación Municipal de la que por los comportamientos y actitudes políticas de su Presidente siento vergüenza ajena.

He pretendido por educación y por prudencia dejar la actividad política, que supone 21 años de mi vida y de la de mi familia, de la manera más silenciosa posible. Eso lo demuestra el hecho de que mi carta de renuncia sea de fecha de 9 de febrero y que durante todo este tiempo no haya querido hacer ningún tipo de declaración pública, tratando así de evitar situaciones como ésta. Ha sido usted con su actuación en el Pleno Municipal, con su calumnia, su ignominia y su patanería quien finalmente me ha obligado a hacerlo. No cabría esperar otra cosa de alguien como usted.

En todo caso, puede seguir contando como siempre con mi desprecio.

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